En la generalidad de las
actividades comerciales e industriales a nivel mundial, la anticipación de
escenarios que prevengan las condiciones que circundan el desarrollo de los
procedimientos que coadyuvan al logro de los objetivos y metas de las
organizaciones, es un área de importancia medular para la alta dirección y la
gerencia media, toda vez que, de esa forma minimizan el probable grado de
afectación a la continuidad de las operaciones.
En ese sentido, se sabe que todo
empresario tiene especial interés en asegurar la prosperidad de su negocio. Por
ello, suele destinar gran parte de su tiempo a la atención de un variado
conjunto de detalles que exigen su
intervención. Así, se conoce que el mismo debe garantizar presencia para fortalecer
y asegurar el proceso de toma de decisiones, el cual se debe desarrollar de
forma oportuna. De allí, que en la generalidad de los negocios sea la alta
dirección y en algunos casos la gerencia media aquellos entes quienes conocen el
grado de dificultad y el volumen de problemas que surgen en la empresa,
situación que les conduce a planificar, organizar, integrar, motivar y evaluar
con el mayor y mejor numero de herramientas de asistencia.
Así,
en el presente trabajo se aborda y se coadyuva al conocimiento de una parte
importante del proceso administrativo, como lo es la planeación y la
planificación (según la corriente científica que la aborde). Por ello, se asume
que la primera consiste en elegir un
curso de acción, para posteriormente decidir
de forma anticipada qué debe
hacerse?, cuál secuencia?, cuándo? y cómo?, toda vez que la adecuada y buena
planeación debe considerar la naturaleza y el ámbito enfocado en el futuro de
la organización, ya que allí subyacen las decisiones y consecuentemente las acciones
intrínsecas del proceso y así la estructuración de los planes.
Cabe agregar, que la planeación proporciona el
sustrato para una acción oportuna y de calidad, lo cual redunda en la habilidad
administrativa para la anticipación y preparación ante los cambios que podrían afectar los objetivos
organizacionales, aspecto fundamental para integrar las funciones,
procedimientos y operaciones desarrolladas, consideradas como necesarias para el
control de la organización.
En efecto, se enfoca el
contexto de las herramientas que conducen hacia la elaboración de los planes, tal
como, la toma de decisiones y consecuentemente
el proceso requerido para su efectiva aplicación, aspecto de importancia para las
organizaciones. Por ello, al considerar la planeación y la planificación como
recursos que coadyuvan al logro de los objetivos organizacionales, para las
entidades inmersas en un maremágnum de actividades
cuyo dominio, directo o indirecto, puede considerarse probable y donde
necesariamente se debe depender de un conjunto de conocimientos y habilidades
que asegurar el control de las mismas, es el conjunto, planeación y
planificación, el espacio donde finalmente
procurara beneficios tanto personales como sociales.
Adicionalmente, se esboza el
diagnóstico situacional, bajo la óptica de la valoración de las fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) y el representativo diseño de
estrategias, recursos que permiten vislumbrar las políticas organizacionales.
Finalmente, se enfocara sobre la Planificación en Venezuela, su proceso histórico
y los hitos para el desarrollo de la planificación.
Planificación
La planificación, como
actividad, ha existido desde los albores de la humanidad, especialmente al
considerar que enmarcado en los vaivenes de la cotidianidad del hombre, en
igualdad de condiciones y de acuerdo con Álvarez y otros (2005:3) ha prevalecido el proceso
administrativo, toda vez que ya desde la época de las cavernas, para los investigadores,
existen trabajos histórico científicos que muestran tal manejo.
Según Yépez (2011:13), se evidencia que los grupos
humanos planificaban las actuaciones que desarrollarían de conformidad con la
etapa, es decir, nómada en la cual se ejecutaba la recolección, caza o pesca
mediante agrupaciones de hordas que tenían un jefe, especialmente cuando
necesitaban la actuación de conjunto para el asedio y captura de animales
salvajes; y la sedentaria, cuando construyeron viviendas y ocurre la aparición
de la práctica de domesticación de animales, además del inicio de la siembra de
especies vegetales para la ingesta.
En ese sentido, para Álvarez
y otros (2005:4-41) el arranque del constructo se puede fijar cercano al
proceso de deshielo luego de la última época glacial, etapa que circunda el 10.000
al 9.000 AC, período cuando existieron las condiciones para la aparición de culturas
de clanes totémicos, compuesto por conjuntos de personas que mantenían
afinidades espirituales y de simbología que los integraba.
Así,
según Yépez (2011:12-20), producto de la cotidianidad, el hombre en el neolítico,
luego de la sedentarización, es envuelto por un proceso social y de cambio, en
el que procura la reunión en grupos, situación que le condujo a mantener primitivas normas de
convivencia, gobierno, proceso de socialización humana, para los investigadores
seudo educación y principios de administración (que incluye la planificación
rudimentaria), factor evidenciado en los actos de construcciones de vivienda y
conformación de poblados, la domesticación de animales, el uso de especies
vegetales para la confección de vestidos, la metalurgia propia de las edades de cobre,
bronce y hierro, cuando la técnica del trabajo sobre el metal le condujo a
prever las aleaciones que favorecieran la dureza de los ornamentos y herramientas
militares empleadas.
En efecto, para los
investigadores, ya existían indicios rudimentarios sobre métodos y convenciones
para planificar, organizar, ejecutar y controlar los asentamientos y sus
necesidades. De allí, se sabe que hubo hombres de confianza quienes eran los
responsables para efectuar estudios cosmológicos o astrales que bajo concepción
completamente animista buscaron anticipar eventos o situaciones que afectaran
la paz de los pobladores, además allí ocurrió la aparición de conducción
animista (dirección rudimentaria) en el
cual las grandes familias y los clanes totémicos en conjunto con los
integrantes y servidores de confianza actuaron con autoridad para lograr el
desarrollo de construcciones politeístas, y de esa forma colectivamente erigir
sus monumentos.
Resulta oportuno establecer,
que los servidores con el transitar del tiempo se transformaron en consejos o
junta de consultores para los jerarcas de los clanes o familias, factor que progresivamente
permitió la ostentación de poder, notoriedad y finalmente, la aparición de las
conducciones teocráticas en los asentamientos tribales. De allí, que el trabase
temporal de la conducción animista propició el ejercicio del liderazgo de las
personas jefes de asentamientos. Así, se desarrollo la dirección basada en tabúes
y principios de conducta grupal simbólica, fundamentada en suposiciones espirituales,
donde el temor a lo sobrenatural o al ridículo secular, modelaban el
comportamiento y desarrollo social primitivo.
En ese mismo orden y
dirección, en el mundo antiguo,
especialmente en las civilizaciones del cercano oriente, las culturas egipcia,
mesopotámica, fenicia, persa, judía, griega y romana, sistémicamente, fortalecieron
el desarrollo humano mediante el ejercicio del proceso de administración, donde
la planificación como actividad predeterminante involucró la previsión de
tareas y labores, es decir, consideró anticipadamente los recursos materiales
(explotación en la naturaleza), humanos (esclavitud), financieros (fijación de
signo monetario o alguna actividad mercantil) y logísticos (movilización y
distribución de los recursos disponibles); y permitió el logro de los objetivos
de conformidad con cada etapa.
En efecto, en este lapso,
investigadores sociales y estudiosos del área de las ciencias administrativas,
marcan la aparición de algunos conceptos y prácticas que se ejecutan en la
administración del siglo XXI. Así, desde los sumerios, los sucesivos reinados
existentes en la edad antigua legaron principios, prácticas y normas de la
actividad administrativa producto de la ejecución de actuaciones que
fortalecieron sus respectivos ámbitos, entre las que se puede mencionar: